¡Hola
a todos! Como ya sabéis, la semana pasada vimos algunas novedades ortográficas
respecto a los préstamos lingüísticos (extranjerismos y latinismos) tras la
publicación de la nueva Ortografía de la
lengua española (2010). Este lunes vamos a seguir repasando qué recomienda
la RAE respecto a los préstamos y en los distintos casos de adaptación de
grafías ajenas al sistema ortográfico español. ¡Tomad papel y lápiz! ;)
C y Qu: en palabras que son préstamos, es
decir, que proceden de otras lenguas, se prefiere la forma adaptada al español
con “c” y “qu” cuando es mayoritaria en el uso (caqui/kaki, cuáquero/cuákero,
polca/polka, queroseno/keroseno, quiosco/kiosco, telequinesia/telekinesia,
valquiria/valkiria, Tanganica/Tanganika, Turquestán/Turkestán).
G y J: en los préstamos en los que la
“g” y la “j” tienen un sonido parecido al de “y”, se recomienda adaptar o bien pronunciación o la escritura, es
decir, debemos atenernos a nuestra elección y pronunciarlo en lenguaje oral tal
como lo escribimos; esto es, con sonido “j” o “y” (banjo/banyo, junior/yúnior, mánager/mánayer, jacuzzi/yacusi).
H: En aquellas palabras que se pueden
escribir con o sin hache, se prefiere siempre la forma sin hache (armonía/harmonía, arpa/harpa, arpillera/harpillera,
ológrafo/hológrafo). También en palabras donde la posible hache sea
intercalada (boardilla/bohardilla,
baraúnda/barahúnda, desarrapado/desharrapado, sabiondo/sabihondo) y en las
interjecciones ala/hala, ale/hale y uy/huy.
Por otra parte, los extranjerismos con “h” aspirada se adaptan al español con “j” (highball > jaibol; hippy
> jipi; swahili > suajili).
I: Los hipocorísticos, es decir, los
diminutivos o forma familiar de un nombre propio, se escriben con “i” (Mari, Patri, Toni, Dani).
K: La “k” se consideraba una letra
extranjerizante y se sustituía por “c” o “qu” (diskette > disquete). En la
actualidad, la “k” ya está más que integrada en el abecedario español, por lo
que en préstamos se prefiere conservar la “k” en las palabras que se usan
mayoritariamente con ella (alaskeño,
bikini, euskera, harakiri, kamikaze, kimono, kurdo, karaoke, moka, musaka,
póker, Alaska, Marrakech, Pakistán).
M: En español se prescribe la escritura
de “m” delante de “p” y “b”, norma
que debe mantenerse al adaptar los extranjerismos (Brandenburg > Brandemburgo; Canberra > Camberra).
W: Durante mucho tiempo los
extranjerismo que contienen la “w” han solido adaptarse al español (sweater > suéter); sin embargo, ahora se prefiere conservar la “w” en las
palabras en las que su uso está asentado; es por ello que no se escriben en
cursiva (kiwi, waterpolo, sándwich, web,
wéstern, taiwanés, kuwaití).
Y: En nombres propios de ortografía
arcaizante donde tiene el valor de la vocal “i”, se acentúa la “y” si le
corresponde por las normas generales (Ýñigo,
Aýna).
En el caso de préstamos con “y” medial, es decir, cuando esta se halla en el interior de la
palabra, la “y” debe pasar a “i” cuando tiene ese valor vocálico (lycra > licra; geyser > géiser; aymara > aimara).
Z: En español el fonema /z/ se
representa ante “e” e “i” con la letra “c”
(bozzeto > boceto; mercanzia >
mercancía; pinzell > pincel). Hay préstamos en los que se mantiene la
secuencia “ze” o “zi” etimológica (nazi, razia, zen, zepelín, zíper). En algunos casos coexisten ambas
formas (ácimo/ázimo, cigoto/zigoto,
cinc/zinc, cíngaro/zíngaro).
En cuanto a los dígrafos
(signo ortográfico compuesto por dos letras para representar un fonema):

mph
o mf: Todos los extranjerismos
que contienen estas secuencias gráficas se adaptan al español con –nf (amphetamine > anfetamina; comfort > confort).
ng
final: En las palabras terminadas en “ng” se recomienda suprimir la “g” final (cáterin, mitin, campin, castin, campin, esmoquin,
márquetin, pirsin, parquin).
ps
inicial: En las palabras que empiezan por “ps”, el uso culto sigue
prefiriendo la grafía con ps-
inicial, aunque en todos los casos se admiten las formas que empiezan sólo por s- (sicología,
sicosis, siquiatra, seudónimo, soriasis).
s
líquida: La “s” inicial seguida de consonante (la conocida como ese líquida) es ajena a las pautas
silábicas del español y debe adaptarse anteponiendo la “e” (spaghetti >
espagueti; standard > estándard; store > estor).
sh:
Los extranjerismos que incluyen este dígrafo se consideran extranjerismos
crudos y deben escribirse en cursiva (flash,
geisha, show, sushi). En caso de adaptarlos al español, se debe sustituir
por “ch” o “s” (shoot > chute;
hashish > hachís; ashkenazi > askenazi o askenazí).
y
final tras vocal: En el caso de préstamos que terminan en “y” final tras una vocal, se prefiere –ay, -ey, -oy, -uy
(carey, convoy, yóquey, gay, tepuy,
guirigay, jagüey, jersey), aunque hay excepciones en préstamos donde se
escribe con –ai, -ei, -oi, -ui (agnusdéi, saharaui). Cuando ambas formas
son válidas, se prefiere la mayoritaria en su uso (bonsái, paipái, samurái, tipoy). El plural de estas palabras
terminadas en “y” tras vocal cambian a “i”
al formar el plural (gais, yóqueis, jerséis, samuráis).
y
final tras consonante: Al adaptarse extranjerismos que terminan en “y” final tras consonante, deben
transformarse en “i” pues esta secuencia no es propia del español (bodi, poni, curri, ferri, panti, rali, sexi).
Dos consonantes iguales: Cuando en los
préstamos coinciden dos consonantes iguales consecutivas, se adaptan al español
reduciéndolas a una sola (addenda >
adenda; broccoli > brócoli; chauffeur > chofer o chófer; baseball >
béisbol; drill > dril). Las palabras “pizza” y “jazz” son extranjerismos
crudos y se escriben en español con su grafía y pronunciación originarias y en
cursiva.
Gracias, Aurim, por tu explicación de cada lunes.
ResponderEliminar¿Es mi impresión o la RAE está aburrida y se distrae con estos cambios? :D