¡Hola
a todos! Este lunes seguimos aclarando la correcta escritura de algunas
palabras. La semana pasada vimos las palabras que podían aparecer escritas de
forma distinta sin cambiar por ello el significado; en esta ocasión vamos a
repasar las secuencias que según se escriban en una o más palabras cambian de
significado. ¡Así que atentos!, a ver si estáis diciendo algo totalmente
distinto a lo pretendido ;D
n Aguadulce: en algunos
países hispanoamericanos, “cocción de agua y panela”, también es el nombre de
una localidad almeriense (Andalucía, España); hay que distinguirla de la
expresión en dos palabras agua dulce (“agua de poco o ningún
sabor, por contraposición a la del mar o a las minerales”).
n Aguadura: se trata de una
enfermedad de las caballerías, derivado de aguar;
no se debe confundir con la forma compuesta agua dura (“agua que contiene
carbonatos y bicarbonatos de calcio y magnesio”).
n Aparte: puede tratarse de
un adjetivo (“distinto o singular”: Eso
era caso aparte), un sustantivo masculino (“conversación entre dos o más
personas al margen de otras presentes”: La
llamó y en un aparte se le declaró), o un adverbio (“en otro lugar”: Tomó varias páginas más y las escritas las
dejó aparte). No debe confundirse con la combinación de la preposición a
y el sustantivo parte (La lanza le
atravesó el corazón de parte a parte).
n Apropósito: se trata de
un sustantivo que designa una breve pieza teatral de circunstancias (Su primera obra fue un interesante
apropósito). No debe confundirse con la locución a propósito (“adecuado”: Llevaba un vestido muy a propósito para
aquella fiesta; “adrede”: No des
excusas, sé que lo dijiste a propósito; y “por cierto”: A propósito, ¿ya sabes qué día es la cita?).
n Avemaría: hay que
distinguir esta palabra que designa una plegaria católica dirigida a la virgen
(Hija mía, de penitencia rezarás tres
padrenuestros y tres avemarías) de la forma en dos palabras Ave
María, que designa la pieza musical basada en esta oración (El Ave María de Schubert), la fórmula introductoria al sacramento de la
confesión (–¡Ave María Purísima. –Sin
pecado concebida) o como expresión de asombro (¡Ave María, qué lío has formado aquí!).
n Contrarreloj: en una sola
palabra se refiere a un tipo de carrera en la que los participantes se
clasifican según el tiempo que tarden en llegar a la meta (El español Contador ganó de nuevo la etapa de contrarreloj);
en dos palabras, contra reloj, se trata
de la locución adverbial con el sentido de “con suma urgencia o con un plazo de
tiempo perentorio” (Es ese tipo de
trabajos que siempre se termina a contra reloj y maldiciendo al incompetente
del jefe).
n Demás: funciona como
adjetivo (“lo restante”: Se reunieron los
delegados, los secretarios y demás chupatintas) o pronombre indefinido
(“lo/s otro/s”: Ella se puso en pie y los
demás se callaron al instante). No debe confundirse con la locución de
más (“demasiado”, “de sobra”: Siempre
es mejor hacer una copia de más, por si acaso; Nunca está de más).
n Entorno: en una sola
palabra significa “ambiente”, “lo que rodea” (A él no lo saques de su entorno urbano, moriría del susto con el primer
bicho que viera); escrito en dos palabras, en torno, se trata de una
locución que significa “alrededor” (Colocó
las tres sillas en torno a la mesa), “aproximadamente” (Allí había en torno a mil personas) o
“sobre o acerca de” (No puedo contarte
nada en torno a ese tema).
n Entrambos: se trata de un
adjetivo o pronombre poco usado hoy día (Lo
sujetó entrambas manos y luchó por no desmayarse). No debe confundirse con
la secuencia en dos palabras entre ambos (Siempre ha habido una buena amistad entre ambos vecinos).
n Exabrupto: este
sustantivo (“dicho o ademán inesperado e inconveniente”: Y le soltó tal exabrupto que los allí presentes no sabían dónde meterse)
no debe confundirse con la locución latina ex abrupto (“de repente, de
improviso”: Se paró allí y, ex
abrupto, se puso a recitar a Góngora).
n Malentendido: no debe
confundirse este sustantivo (“mala interpretación o equivocación”: No le demos más más vueltas, ha sido un
simple malentendido) con la secuencia constituida por el adverbio mal
y la forma entendido (La fe mal
entendida difiere poco de cualquier otro fundamentalismo).
n Porciento: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “porcentaje o tanto por
ciento” (Los bancos y grandes empresas
incluso han visto aumentar el porciento de ganancias con la crisis); en dos
palabras, por ciento, se utiliza para la expresión de porcentajes (Los beneficios subieron un veinte por ciento).
n Pormenor: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a un “detalle o aspecto
secundario de un asunto” (Me explicó
todos los pormenores de la agencia); en dos palabras, por menor, se trata de la
locución que significa “detalladamente” (No
es necesario que describa por menor el asunto), o al por menor para
designar pequeñas cantidades (Vende fruta y verdura ecológicas al por menor).
n Porvenir: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “tiempo futuro” (Está estudiando y labrándose un porvenir);
en dos palabras, por venir, se trata de la locución adjetiva que indica “futuro,
venidero” (Aún quedan muchas aventuras
por venir) o la secuencia de la preposición por y el infinitivo venir
(Todavía quedan invitados por venir).
n Quehacer: en una sola palabra
se trata del sustantivo que se refiere a “tarea u ocupación” (Ahora mi principal quehacer es contar y dispensar
pastillas todo el día); y no debe confundirse con la secuencia constituida
por la conjunción o el relativo que seguido del infinitivo hacer
(Tenemos que hacer mención de sus muchos méritos).
n Sinfin: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “infinidad” (En mi casa, mires donde mires, verás un
sinfin de libros); en dos palabras, se trata de la locución adjetiva sin
fin (“innumerable o ilimitado”: Se
ocultaba tras un montón de carpetas y cuadernos sin fin).
n Sinrazón: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “cosa fuera de lo razonable o
debido” (Ha optado por la sinrazón de
raparse el coco y hacerse hare krishna); no debe confundirse con la
secuencia formada por la preposición sin y el sustantivo razón
(Te estás enfadando sin razón).
n Sinsabor: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “pesar o disgusto” (Quería ahorrarte el sinsabor de encontrarte
con ella); no se debe confundir con la combinación de la preposición sin y
el sustantivo sabor (¿He perdido el
paladar o la fruta de hoy viene sin sabor?).
n Sinsentido: en una sola
palabra se trata del sustantivo que se refiere a “cosa absurda y que no tienen
explicación” (Que sigas defendiendo ese
argumento es un total sinsentido); no se debe confundir con la combinación
de la preposición sin y el sustantivo sentido (No paraba de vociferar palabras sin sentido).
n Sinvergüenza: en una sola
palabra se trata de un sustantivo o adjetivo que se refiere a “inmoral o
descarado” (¡Menudo ramillete de sinvergüenzas!); no debe confundirse con la
combinación de la preposición sin y el sustantivo vergüenza
(Se plantó ante todos y defendió
su postura sin vergüenza ni complejos).
n Sobretodo: en una sola
palabra se trata del sustantivo que designa una prenda de vestir, larga y con
mangas, que se lleva encima de las demás prendas (María José siempre llevaba su sempiterno sobretodo); no se debe
confundir con la locución adverbial sobre todo (“especialmente,
principalmente”: Nos vemos el lunes que viene, ¡y sobre todo cuidado
con la ortografía!).
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