¡Hola
a todos! ¿Preparados para seguir ahondando en la escritura de expresiones
numéricas? Esta semana la cosa se pone mejor pues vamos a dedicarla a los
numerales, es decir, a las palabras que remiten a números. ¡Adiós, cifras! (de
momento).
LOS NUMERALES
Como ya hemos dicho, los numerales son palabras que expresan
cantidad u orden de una manera precisa. Los numerales pueden ser:
–Cardinales: son aquellos que expresan un
número o una cantidad exacta de seres u objetos (cero, uno, dos, tres, veinte, cincuenta, cien...).
Sólo presentan variación de género los cardinales: un(o)
(un día, una
vez) y los formados por –cientos
(trescientos espartanos, seiscientas guantadas), así como los numerales que incluyen
estas formas (veintiún años, veintiuna páginas; trescientos mil euros, trescientas
mil pesetas).
De cero a treinta, los cardinales se escriben con una sola palabra (once, trece, dieciséis, veintidós, veinticinco...).
A partir de treinta, los cardinales se escriben
tradicionalmente en varias palabras
y se forman por coordinación con la conjunción “y” (treinta y uno, cuarenta
y cinco, noventa y ocho) y yuxtaposición (ciento dos, mil cuatrocientos treinta, trescientos mil veintiuno).
No obstante, en el primer caso, existe la tendencia, aunque
aún minoritaria, a la fusión en una
única palabra (treintaiuno,
cuarentaicinco, noventaiocho). Una de las novedades de la Ortografía
de la lengua española de 2010 es considerar también válidas estas fórmulas univerbales para los cardinales entre treinta y cien.
Aun así, en el uso culto general se emplea su expresión pluriverbal, es decir,
a través de varias palabras.
Recordamos que las formas que reducen el diptongo imitando
la pronunciación en lengua oral en ciertas áreas, como “treinticinco”, “cuarentitrés”...,
deben ser evitadas.
–Ordinales: son aquellos que añaden a
la idea de número el concepto de orden o sucesión, indicando el lugar que se
ocupa dentro de un conjunto ordenado de elementos de la misma clase (primero, segundo, tercero, décimo,
decimoquinto...).
Se escriben con una
sola palabra: los ordinales correspondientes a los número 1 al 9 (primero, quinto, noveno), a las decenas
de 10 al 90 (décimo, vigésimo, trigésimo,
cuadragésimo), a las centenas de 100 a 900 (centésimo, ducentésimo, tricentésimo, cuadringentésimo) y a 1000 y
las potencias superiores (milésimo,
millonésimo, billonésimo).
Los ordinales correspondientes a la primera y segunda decena
se puede escribir en una o dos palabras,
pero hoy día es mayoritaria y preferible la fórmula univerbal (decimotercero, decimocuarto, vigesimoprimero).
Los ordinales correspondientes a los números 11 y 12 pueden
escribirse de dos formas válidas: undécimo
y duodécimo (aún preferidas en el uso más culto), decimoprimero y decimosegundo (de uso más reciente).
A partir de la tercera decena tradicionalmente se escriben en
varias palabras (trigésimo primero, cuadragésimo segundo,
quincuagésimo tercero), aunque actualmente se acepta su forma univerbal (trigesimoprimero, cuadragesimosegundo,
quincuagesimotercero).
Como podéis ver, si el ordinal se escribe con dos palabras,
el primer elemento mantiene la tilde
que le corresponde (vigésimo primero);
pero si se escribe en una sola palabra, debe ir sin tilde (vigesimoprimero).
Por otra parte, debemos saber que actualmente es frecuente,
y admisible, evitar utilizar los ordinales para los números más allá de la
segunda o tercera decena y sustituirlos por los numerales cardinales (Treinta
y dos edición de los Premios El
Candil, por Trigesimosegunda edición
de los Premios El Candil).
Los ordinales pueden
abreviarse gráficamente de dos formas: utilizando números romanos (XXXII Edición de los Premios El Candil)
o números arábigos seguidos de punto y letra voladilla (32.ª Edición de los Premios El Candil).
–Numerales fraccionarios o partitivos: son aquellos que designan
las fracciones o partes iguales en las que se ha dividido la unidad (la cuarta
parte, un tercio de la plantilla).
Todos se escriben en una sola palabra
(onceavo, cincuentaiseisavo,
cienmillonésima).
–Numerales multiplicativos: son
aquellos que expresan el resultado obtenido de una multiplicación (el doble de bueno, triple salto,
habitaciones cuádruples). Sólo se suele utilizar los multiplicativos más
bajos, sobre todo “doble”, “triple” y “cuádruple”. Para números mayores, suele utilizarse el numeral
cardinal que corresponda seguido de “veces
mayor” o “veces más” (con resultado nueve veces mayor, veinte
veces más eficaz).
Y esto es todo por esta semana. No queremos atosigaros con
más números... de momento. Como Terminator, ¡volverán! Pero eso será otra
entrega, tranquilos. Sólo nos queda desearos ¡feliz semana a todos! ;)
Muy interesante la entrada. Yo y los ordinales no nos llevamos demasiado bien. Creo que no he usado nunca el cuadragésimo ni superiores.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Isabel ;D
EliminarMuchas gracias, Isabel. Si no has utilizado esos ordinales correspondientes a números altos es porque debes de ser jovencita y ya se utilizaban para ello los cardinales (más aprehensibles y cortitos de pronunciar, todo sea dicho).
EliminarGracias por seguirnos. Un saludo, Isabel.
Hola, me encanta pasarme de vez en cuando por aquí porque siempre aprendo algo nuevo o que se me había olvidado, también puede ser que lo entendiese mal al estudiarlo y haya cogido algún mal vicio.
ResponderEliminarAsí todo es más fácil.
Un abrazo.
Hola, EldanY. No sabes cuánto nos alegra lo que dices, esa era nuestra intención: repasar, aclarar, pulir cosillas que quedaron sin explicar... Y vuestra respuesta nos llena de ilusión, ¡somos muchos los que nos preocupamos por estas cosas!
EliminarUn abrazo y muchas gracias por seguirnos ;D
Lo mismo digo yo, nos encanta que os paséis por este rinconcito de ortografía, siempre hay algo que aprender y/o recordar, y si lo hacemos juntos y de buen agrado, mejor que mejor ;D
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