¡¡¡Hola
a todos!!! ¿Me veis/leéis muy efusiva? ¡Bien!, porque precisamente este lunes
queremos dedicarlo a repasar ciertas fórmulas que ayudan a sumar expresividad y
énfasis a nuestros textos, ayudándonos a transmitir así un gran número de
sentimientos y emociones (¡y sin utilizar emoticonos! :D Perdón, este se me
escapó).
Como ya bien sabemos, es frecuente recurrir a las oraciones
interrogativas y exclamativas para incrementar la expresividad del mensaje escrito
(¡Qué maravilla!; ¿Cómo se te ocurre?).
No obstante, hay algunos usos que, por menos frecuentes, aún no terminamos de
dominar o que incluso no conocemos.
Este es el caso de aquellas oraciones que tienen un sentido tanto interrogativo como exclamativo.
En estas oraciones se pueden combinar ambos signos, el interrogativo y
exclamativo, de varias maneras:
–Abriendo la oración con el signo de
exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa (¡Cómo te has atrevido? ; ¿Cómo te has
atrevido!).
–Abriendo y cerrando con los dos signos a
la vez. Este es el modo que recomienda la RAE. Podemos utilizar primero el
signo de exclamación o el de interrogación, es indistinto, pero debemos atender
a ese mismo orden elegido también para cerrar la oración (¡¿Ya estás aquí?! ; ¿¡Ya
estás aquí!?).
Por otra parte, todos hemos utilizado múltiples signos de
exclamación e interrogación en nuestros textos informales (¡¡¡a que sí!!!),
pero ¿sabemos qué dice la norma al respecto?
Pues la RAE indica que es correcto utilizar dos o tres signos de exclamación al
principio y al final del enunciado para dar mayor énfasis a la exclamación
en textos literarios o aquellos con una gran carga expresiva, como puede ser el
lenguaje publicitario o el utilizado en contextos informales (¡¡¡Has venido!!! ; ¡¡¡Traidor!!!). Pero
los señores académicos también advierten que no debemos cogerle el gusto a este
procedimiento y extenderlo a otros usos y contextos.
En cuanto a un igual uso por duplicado o triplicado del signo de interrogación, la academia no
hace mención, aunque es lógico aplicar también esta misma norma en las
oraciones interrogativas que persigan transmitir un especial énfasis (¿¿¿Cómo??? ¿¿Lo sabías y no me dijiste nada??).
Otro recurso expresivo muy eficaz son las onomatopeyas, palabras que imitan o
recrean el sonido de la cosa o la acción nombrada. La mayoría de ellas se
escriben entre signos de exclamación (¡puaj!
para asco, ¡buaaa! para llanto).
Cuando en ellas se repiten las palabras, estas deben ir separadas por comas (¡ejem, ejem! para expresar carraspeo; ¡ja, ja, ja!, risa abierta o carcajada; ¡je, je!, risa astuta; ¡ji, ji!, risa contenida; ¡jo, jo!, risa socarrona).
Como estamos comprobando, multiplicar signos es una fórmula
muy común y eficaz para enfatizar un texto. Así, también podemos escribir consecutivamente una misma vocal
varias veces para reflejar en la escritura el sostenimiento en el habla del
sonido que esta representa (¡Socorrooooooo!).
¡Ojo!, pues se debe repetir asimismo la tilde en cada letra si la vocal repetida la lleva (¡Quieroo irmeeee de aquííííííí!).
Por último, recordemos que cuando lo que reduplicamos es una
palabra para dar énfasis o expresividad, no se separan dichas palabras
repetidas con una coma entre ellas (Me
gusta el café café; Tenía el pelo muy muy corto).
¡¡¡Y eso es todo!!! ¡Ups!, creo que de tanto repetir repetir
se me han quedado estas teclas pilladas, ¡ja, ja, ja! ¡Feliz semana a
todossssss!
Muy interesante, me sirve. Me divertí con los de la risa, ya que siempre usaba únicamente ¡je, je, je!, ni pensaba en las otras formas. Gracias chicas.
ResponderEliminar¡De nada, Haimi! Pues ya sabes, has estado usando risa astuta o pícara todo el tiempo ;D Gracias por seguirnos.
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