¡Hola a todos! Este lunes vamos a
hablar de los puntos suspensivos (…), ese signo de puntuación formado por tres
puntitos, sola y exactamente tres, que se usa para, como su propio nombre
indica, dejar en suspenso el discurso.
La escritura correcta de los puntos
suspensivos es a continuación de la palabra o el signo que los precede y pegados
a estos, y separados por un espacio o el signo que los sigue. por ejemplo: No
sé cuántos eran... puede que quince o veinte.
No obstante, si a los puntos
suspensivos les sigue otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Por ejemplo: ¿Pero qué...?
Por otra parte, si los puntos
suspensivos cierran el enunciado, acabando la frase, la palabra siguiente debe
escribirse con mayúscula inicial: Si no quisiera hacerlo... Mejor no
pensar en ello.
Pero si no cierran el enunciado y
este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: No sé qué hacer... puede que al
final no vaya.
Sabiendo ya cómo han de escribirse,
hablemos ahora de los usos de los puntos suspensivos:
a) Indican una pausa transitoria que
expresa duda, temor, vacilación o suspense:
No lo sé... Tal vez sí.
Tuvo que irse precipitadamente... Espero
que no fuera nada grave.
—Yo... solo... estoy... Es solo que...
—balbuceaba.
Si yo te contara...
Cuando se está
reproduciendo por escrito un diálogo, también se usan para indicar que el
interlocutor ha sido interrumpidoy/o cortado en su discurso por cualquier motivo:
—Pero... // —Sin peros —me interrumpió.
—Muchas
gra… —No terminó la frase, se quedó estupefacto mirándola.
b) Señalan
la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se conoce o se
sobreentiende:
Algunos eran muy buenos, pero otros...
Este uso es muy frecuente cuando se
reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido:
No seas bruto, que te lo vas a
cargar. Más vale maña...
Llevábamos ya varios kilómetros
cuando comenzó a recitar: «Caminante no hay camino...».
c) Insinúan,
evitando tener que decirlo, expresiones o palabras malsonantes o
inconvenientes:
¡Eres un hijo de...!
¡Me cago en...!
A veces se colocan tras la letra
inicial del vocablo que se insinúa:
Vete a la m... Ni se te ocurra
volver por aquí.
d) Dejan
el enunciado incompleto y en suspenso deliberadamente:
Hay algo que...
¿Sabes
quién estuvo? Nunca lo adivinarías...
e) Enfatizan
y alargan entonativamente un texto, sin intención de interrumpir el discurso:
Las cosas... de otro modo.
Al menos no la parte en la que
hablamos... vestidos.
f) Al
final de enumeraciones abiertas o incompletas, siendo equivalentes a “etcétera” o
su abreviatura “etc.”:
Tenía de todo en la mochila: bolígrafos,
cuadernos, gomas, clips, CD, post-it...
Debe evitarse, por ser redundante,
la aparición conjunta de ambos elementos:
Tenía de todo en la mochila: bolígrafos,
cuadernos, gomas, clips, ... etc.
Tenía de todo en la mochila: bolígrafos,
cuadernos, gomas, clips, etcétera...
g) Cuando
van entre corchetes [...] o entre paréntesis (...), indican la supresión de una
palabra o un fragmento en una cita textual:
«Fui don Quijote de la Mancha y soy
agora […] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote II [Esp. 1615]).
Veamos
ahora el uso de los puntos suspensivos en combinación con otros signos
de puntuación:
a) Pueden
colocarse otros signos de puntuación tras los puntos suspensivos, tales como la
coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún
espacio de separación:
Hombres lobo, vampiros, demonios,
hobbits, gigantes, elfos, brujas..., todos los seres que se te ocurran.
Le han pasado el antivirus,
desfragmentado la memoria, limpiado el caché...; ya debería de funcionar.
Pensándolo
bien...: mejor que no se presente.
b) Los
puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación
o de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto:
¡Te expliqué claramente que...! Olvídalo,
no lo entenderías.
Si está completo, los puntos
suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación:
¿A qué se refería?... ¡Oh, no! Me
preguntó si deseaba ir, y como una imbécil le dije que sí.
c) Cuando los puntos
suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse un punto de cierre, así se
escribirán solo tres puntos:
Cada árbol era de una especie
diferente: robles, eucaliptos, nogales, pinos, encinas, sauces...
Como EXCEPCIÓN, si los puntos
suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que cierra
esta, así que se escribirán cuatro puntos en total:
Algunas abreviaturas con tilde son
pág., cód., admón....
—Te llamaron cuando no estabas, era
el Sr.... No recuerdo el nombre.
Pues hasta aquí la entrada de hoy,
pero no os preocupéis, la semana que viene volveremos con más ;D Esperamos que estas
píldoras ortográficas os sean de utilidad.
¡Muy buena semana a tod@s!
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